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viernes, 23 de julio de 2010

ALIMENTACIÓN SANA



Recomendamos hacer una alimentación a base de frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos, dejando que el cuerpo se equilibre y se autorregule el mismo. Las frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos...Aportan además vitaminas y otras sustancias antioxidantes protectoras del organismo y nos ayudan a mantener el peso del cuerpo a un nivel sano.


Dieta de crudos. Cualquier persona, si no tiene alguna otra causa mayor que lo contraindique, puede hacer unos días de dieta a frutas y ensaladas, bajo vigilancia de algún experto higienista para favorecer la curación. Los alimentos crudos tienen toda la vitalidad de la naturaleza, recogida durante los meses de maduración de los 4 elementos de la naturaleza (tierra, agua, aire, sol). Está especialmente indicada en las crisis de desintoxicación a la que llamamos enfermedad.



El ayuno, controlado por un higienista, es una buena manera de favorecer la recuperación de cualquier manifestación de enfermedad. El ayuno no cura, es el cuerpo el se cura durante el ayuno. Por propio instinto, los animales y los niños pequeños dejan de comer cuando se ponen enfermos. Se recomienda ayunar durante las crisis de desintoxicación y está especialmente indicado cuando desaparece el hambre. . El enfermo no se cura por comer mucho, todo lo contrario el exceso de comida agota al cuerpo. La persona enferma necesita que las energías se concentren en la eliminación de sustancias tóxicas y en la reparación de las zonas enfermas. Comer mucho cuando se está enfermo es una de las mejores maneras para cronificar la situación.


Tanto en el ayuno como en la dieta a frutas o ensaladas pueden aumentar temporalmente los síntomas del trastorno, esto lo debemos tener en cuenta ya que si no corremos el peligro de creer erróneamente que es un empeoramiento. Muchas enfermedades crónicas tienen que pasar por una agudización temporal (normalmente unas horas o unos pocos días) de sus síntomas para lograr una verdadera mejoría o curación. No es un empeoramiento sino un proceso de crisis curativa, pero hay que saber entenderlo. Por ello recomendamos la guía de un experto higienista, al menos la primera vez en ayunos cortos y siempre que un ayuno sea largo.


Es aconsejable eliminar la sal de la dieta. Para ello necesitamos cambiar la forma de preparar y cocinar los alimentos, manteniéndolos menos tiempo de cocinado, con poca agua o al vapor. Aprende a hacer salsas con verduras diferentes, un poco de aceite o aguacate, todo ello batido. La sal mineral es una sustancia no asimilable por el organismo y además tiene un efecto perjudicial sobre él.


Eliminar al máximo posible los alimentos ricos en proteínas de origen animal (carnes, pescados, huevos, leche...).

Evitar los alimentos más ricos en grasas saturadas: las carnes grasas, mantequilla, embutidos, huevos...

Eliminar el consumo de azúcares y almidones o hidratos de carbono refinados (pastas, galletas, dulces,...). Es necesario sustituirlos por alimentos ricos en carbohidratos complejos (patatas, cereales integrales...).

Eliminar los recipientes de aluminio, especialmente los usados para mantener y almacenar alimentos cocidos (tomate, compota...).


Las personas mayores deben reducir los lácteos. Tomando de vez en cuando yogur, queso fresco, pero no leche líquida, no se digiere bien en el estómago del que ha dejado de ser un niño.