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sábado, 21 de agosto de 2010

PEQUEÑO GRAN TESORO




Su semilla tiene más proteínas que el trigo o el maíz, sus hojas más hierro que las espinacas y una gran cantidad de fibra dietaria.


Parece un maíz, pero no da una mazorca. Lo que se cosecha es una "panoja" con pequeñas semillas de sólo de 0,9 a 1,7 milímetros. Pero, aquí es cierto que lo bueno viene en frasco chico. Porque esas semillas contienen hasta un 80% más de proteínas que el trigo y el doble que el maíz o el arroz.



El amaranto, como se llama a esta planta de hojas rojas y flores amarillas, violetas, o anaranjadas, por siglos formó parte de la dieta de los indígenas americanos. Pero con la llegada de los españoles, fue considerada un cultivo pagano, se prohibió su consumo y toda plantación se quemó. Sólo permaneció como cultivo de sobrevivencia en Bolivia y México, donde sus condiciones alimenticias la llamaron la "semilla de la alegría".


Fue en el país azteca donde Cristián Fuentes y Álvaro González descubrieron su potencial oculto y los atrajo lo suficiente para que a su regreso a Chile, los dos ingenieros forestales buscaran información. Encontraron un estudio realizado por la U. de Chile, el INTA y la U. de Concepción en 1995. La investigación les sirvió para encontrar a Juan Vera, un pequeño productor de la localidad de Lampa que cultivaba el amaranto para su consumo particular. Se asociaron con él y las 5 hectáreas de Vera, se venden desde el año pasado como harina y cereal.


"La idea es aprovechar las propiedades del amaranto, sus principios bioactivos y su gran cantidad de fitosteroles para crear una línea de productos con propiedades funcionales, como barras de cereal y galletas que permitan bajar el colesterol", señala González, quien ya se adjudicó un plan semilla para aumentar su producción y postula a Fondef para seguir con la investigación.


Entre las gracias de esta planta está que se puede utilizar completa: las hojas se consumen como verdura o se da de forraje a los animales, la semilla se explota cual palomitas de maíz o se hace harina y con las flores se hacen ornamentos.


Y como harina, tiene muy buenas perspectivas. "A diferencia de la de trigo, la harina de amaranto no tiene gluten, lo que la convierte en apta para celíacos y el porcentaje de proteínas, calcio y fibra dietaria es considerablemente mayor. Con el auge de los alimentos funcionales, claramente este es un cultivo que tiene buenas proyecciones", explica González.


Son precisamente esas ventajas las que tienen trabajando duro a los tres socios.


"El amaranto es considerado una maleza. Es una especie plástica que no requiere suelos muy ricos y necesita entre un 40 y 50% menos de agua que el trigo y el maíz. Incluso puede crecer desde los 0 hasta los 3000 metros de altura sobre el nivel del mar", explica Álvaro González.


Obtienen resultados: rendimientos de 5 mil kilos a por hectárea, mientras que la bibliografía habla de 4.000 en igual superficie.


Los tres socios deben estar bien encaminados. Porque en China ya hay 15.000 hectáreas plantadas. Y si los chinos están prestándole atención, debe haber una buena razón.


Propiedades al por mayor


Los estudios han demostrado que sus hojas y semillas contienen una gran variedad de vitaminas y minerales, ácido fólico y aminoácidos. Un cúmulo de propiedades por las cuales en 1975 la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. lo designó "El mejor alimento de origen vegetal para el consumo humano".